DIGNIDAD II
La Dignidad no es cuestión de cargos importantes ni tipos de trabajo, puede tener tanta dignidad un abogado como un barrendero, incluso puede que este último tenga más. Tampoco es cuestión de dinero ni del lugar donde se vive, pudiendo tener tanta o más dignidad aquel que vive en la calle, sin más posesiones que lo puesto, que quien vive en un palacio y en la opulencia. Se trata de ser digno como Ser Humano, como esencia libre y soberana que decide y toma sus propias decisiones en el devenir de su existencia. La Dignidad es la excelencia que realza al Ser Humano, su pensamiento, su palabra y su accionar. Su comportamiento va dejando una estela de virtudes: de rectitud, de decencia, de caballerosidad... de respeto, de consideración, de generosidad… de nobleza, de honor, de lealtad. La Dignidad preside sus acciones y su caminar, mejorando todo lo que toca y enalteciendo a los demás, pero sin soberbia ni orgullo, pues quien es digno ni avasalla ni se deja avasallar, se conduce con honrad