TRAICIÓN Y LEALTAD
Dice un proverbio chino: “Es fácil esquivar la lanza, mas no el puñal oculto”. La sola mención de su nombre produce tanto rechazo como desprecio, pues sus efectos han dejado honda huella en la historia, siendo la traición grabada a fuego y temida como aquella acción que cambió el curso de los acontecimientos. Basta mencionar la conocida traición de Judas Iscariote hacia Jesús o la de Bruto con Julio César. La traición se puede definir como aquella falta que quebranta la lealtad o la fidelidad que se debe guardar hacia alguien o algo. Consiste en renegar, ya sea de palabra o de acción, de un compromiso previo de lealtad, compromiso que a menudo lleva aparejada una relación de confianza y afecto mutuo. Indudablemente la traición no solo puede producir un cambio radical de los acontecimientos cuando el objeto de la relación resulta dañado con el engaño, sino que además suele venir acompañado de un quebranto que deja una herida profunda al verse traicionada la confianza