Reflexión
Muchas personas piden Consulta para soLucionar su sItuación eConómica.
Otras buscan remedios en la magia o en los mantras para que la abundancia fluya en sus vidas.
Otras trazan Planes de todos los tipos y terminan por ser los nUevos protagonistas del "cuento de la lechera", (diseño las Bases de un imperio que me hará rico y resuLta que las bases eran un castIllo de naipes).
Otros enfocan Casi toda su energía en ganar dInero y lo consiguen, pero a menuDo, el resto de su vida se desmorona y acaban sintiendo que nunca tuvieron nada, o bien se identifican tanto con lo conseguido que acaban disolviéndose como personas.
¡Otros intentarán vender su alma al diablo!
Este tipo de enclaves se viven con un absoluto sentimiento de frustración, y pueden llegar a ser muy empedernidos y duraderos en el tiempo, pues a menudo los resultados de las alternativas, los intentos o las soluciones parecen carcajearse de nosotros, una y otra vez en nuestra propia cara.
Quede claro, antes que nada, que nuestros sistemas de vida capitalistas ya están conceptuados para aprovechar, canalizar y volver a generar todo tipo de situaciones relacionadas, con la precariedad establecida como moneda de cambio, la esclavitud consentida, la competición, o la supervivencia y la depredación de los recursos en función del lema "sálvese quien pueda" o "sobreviva quien pueda".
Los cimientos de esta situación están fundamentados siempre en la separación y desde la separación, razón por la cual el personaje separado estará estrechamente vinculado con sus circunstancias y los resultados.
Los programas de carencia y precariedad inundan el panorama, y las personas reviven el programa aquí o allá, como si de una tómbola se tratase.
Sin embargo, esta situación "obliga", a tomar contacto con algo que va mucho más allá de percibirnos como un avatar, confeccionado en "bases de datos que solo responden a un conjunto de programas".
Sabiendo que nuestro estado interior no depende de las circunstancias, sino que es justo todo lo contrario, aunque las circunstancias hasta el momento "nos representen", podremos intervenir en ese "estado interior" pues ahí se encuentra el verdadero gen que condiciona lo relativo al dinero o la economía, ya que el inconsciente nada entiende de dinero ni de economía: SOLO REPLICA NUESTRA PULSIÓN DE CARENCIA Y PRECARIEDAD, como si de una orden se tratase.
Comentarios
Publicar un comentario