¿Quien nos creo?

No existe un Dios como el que se han encarga las religiones de implantar en la psiquis de los seres humanos, esa creencia es parte de la manipulación mental proyectada por el paradigma religioso. Esté, el paradigma religioso es uno de los cinco paradigmas fundamentales que controlan y determinan la percepción de la realidad de los seres humanos, los otros cuatro son la economía, la ciencia, la política y la alimentación.

Los seres humanos fuimos esclavizados en este planeta desde hace miles de años por una raza extraterrestre reptil que trabaja a la par de otras razas extraterrestres regresivas. Hackearon el programa computarizado que crea esta realidad 3D o tercera densidad por medio del control mental, que como habrás podido notar en los párrafos anteriores esta basado en la creación de creencias y puesto en funcionamiento por medio de paradigmas y arquetipos.

Quien nos creo?? 

Nos creamos nosotros mismos. Puesto que aquella que miras al espejo no eres tu, solo es una avatar biológico, una máquina biológica, una unidad de carbono humana, cuya finalidad es permitir que el Ser, Alma, anima, adma, espíritu, y todos los nombres que se le puedan dar a la fractalidad de la fuente, pueda experimentar la existencia material dentro de esta tercera densidad.

Somos nuestra propia creación por que desde antes de encarnar en esta tercera densidad escogimos el cuerpo físico, avatar o unidad de carbono con el que nos conectariamos para vivir la experiencia de tercera densidad.

Somos realmente los creadores de todo cuanto existe, somos ese Dios que las religiones manipuladamente pretenden que busquemos afuera de nosotros y hasta que no tomemos consciencia de nuestra divinidad y poder seguiremos trabajando para otros que saben esta verdad y temen que algún día la humanidad tome consciencia.

Los conceptos de bien y de mal, son una interpretación proveniente de nuestro estado de consciencia, son tan relativos como la Verdad, y están determinados por nuestra percepción de la realidad que a su vez esta determinada por nuestra programación mental.

La matrix en la que nos encontramos es un juego, un escenario virtual al que vinimos a representar un papel, dicho papel es nuestro ego. En esta tercera densidad la dualidad es perseverante, pero ha sido exacerbada o potencializada por los controladores de esta realidad subjetiva, para mantenernos separados, divididos y sumidos en la fragmentación y la polarización. Puesto que si tomáramos consciencia de la trama del juego y de nuestra real existencia. El juego terminaría en este nivel y trascenderiamos al siguiente.