"En tiempos de paz, mientras Pericles estuvo al frente del Estado, lo gobern贸 sabiamente, (...) Gracias a su autoridad, a su inteligencia y a su reconocida integridad pudo respetar la libertad del pueblo a la par que lo refrenaba. En vez de dejarse dirigir por el pueblo, 茅l lo dirig铆a; puesto que nunca hab铆a buscado el poder por medios ileg铆timos, no necesitaba halagarlos; de hecho, gozaba de un respeto tal que pod铆a hablarles duramente y contradecirlos. Siempre que los ve铆a ir demasiado lejos en una actitud de insolente confianza les hac铆a tomar conciencia de sus peligros; y cuando estaban desalentados sin motivo importante les devolv铆a la confianza. De este modo, bajo el nombre de democracia, el poder estaba realmente en manos del primer ciudadano." Tuc铆dides. "Historia de la Guerra del Peloponeso", Libro II. -- «Un ser vigoroso, construido s贸lo por eso para recibir mejor impresiones de vicio que impresiones de virtud, encontrar谩 la felicidad mucho me
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