CODICIAS

¿Para qué ensuciarnos las manos y el alma por ser más o tener mejor vida y mayor lujo... si la vida es tan corta, que cuando carecemos no llegamos al fondo del dolor, y cuando poseemos no llegamos a la cumbre de las dichas? Nadie alcanza a gozar de toda su fortuna, ya que poseer  bienes acarrea muchas inquietudes, y el desposeído y el rico, que tiene "uno" o el que tiene "mil", lo mismo han de dejar, al morir, sus posesiones en la tierra.
Es que todo parece tener raíces: la casa, la viña, los muebles, nada se despega de la tierra, sólo nosotros que tenemos materia que muere y el alma que vuela.

"La vida es una grada en la escalera de los mundo, que debemos franquear para llegar a otra parte", ha dicho Lamartine.

Subamos la escala lo más libres, lo más limpios posible, llevemos la frente en alto... Tras la escala de los mundos, la única credencial que vale es la conciencia inmaculada. No robemos a quien amamos o nos aman. Todo lo robado tiene mal sabor. 

Si el destino nuestro es ser pobre, ¿por qué arrebatar envidiar al rico? y además todo debemos dejarlo aquí: amores, riquezas, orgullo. ¿Que llevamos? El último traje u una cruz en el pecho ¡Nada más!

¿ Para qué, pues, despedazarnos, mancharnos, por tener en la vida algo más?

HCV

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