LOS MAGOS DE LA CREACIÓN
Todos los caminos rápidos o fáciles para el auto-encuentro con el Ser Real que habita tras la máscara, suelen conducir a la generación de una nueva máscara adicional sobre la anterior.
Es imposible trascender milenios de macro-programación en un mes, y mucho menos a base de mantras, hoponoponos, meditaciones, reikis, aperturas de la pineal, limpieza áurica o cualquier tipo de cosas por el estilo...
Los placebos de la espiritualidad llegan a generar, en su máximo exponente, una de las máscaras más endurecidas y oscuras, esquivas y permanentes que podamos imaginar.
Junto al "Ego Intelectual" y el "Ego del Poderoso", el "Ego Espiritual" se posiciona a la altura de los primeros en el ranking de la separación, puesto que todos ellos nos catapultan directos al reino de la pretensión, la falacia o la fantasía.
Las capas de la cebolla de las corazas que conforman las máscaras del ego resultan ser tan incontables como arraigadas y esquivas, en su perseverante e inteligente mimetización, haciendo confundir permanentemente al Ser con el Personaje: A los Programas-Egregor con la Propia Identidad: Al individuo con una Máscara Defensiva Multi-Fractal, prácticamente imposible de identificar a primera vista.
Solo a través de la intención consciente y una dedicación exhaustiva, conociendo las trampas y los recovecos de una entramada programación, podremos encaminarnos hacia el Verdadero Encuentro Interior, no sin antes atravesar una "debacle personal inevitable", donde a partir de ahí nada vuelve a ser lo que era, y donde el futuro y el pasado comienzan a converger en un Instante Atemporal.
Información-Aceptación-Intención-Conocimiento.
Comprensión profunda de lo que somos, de lo que hemos sido y de lo que hemos venido a hacer aquí:
Trascendiendo la Programación.
Saltos Cuánticos desde el Vacío.
Creación Consciente de la Realidad.
Abriendo Puertas de Universos Paralelos.
Somos los magos olvidados de antaño.
Los de un futuro que ya está Aquí y Ahora.
Los hacedores de Potenciales Impensables.
LOS MAGOS DE LA CREACIÓN.
Jose Vaso.
Comentarios
Publicar un comentario